La violencia digital, la hipersexualización, la desigualdad laboral, la falta de financiamiento a mujeres, la falta de espacios seguros, la misoginia de compañeros del movimiento, la apropiación de nuestras ideas, etc. influyen significativamente en el activismo de mujeres queer.
En todos los movimientos sociales existen barreras diferenciadas de género y otras intersecciones. En el caso del movimiento LGBTIQ+ pasa lo mismo. En Venezuela, y a nivel global, falta ampliar los diálogos para entender y empatizar con realidades más allá de la de los hombres cis gays/bi heteronormados. La Lucha por los derechos LGBTIQ+ en Venezuela necesita de espacios interseccionales y amables que abran la conversación sobre la participación de las mujeres queer.
La interseccionalidad es una palabra que en los últimos años el movimiento menciona con facilidad, pero, ¿Qué es la interseccionalidad?: no es solo una palabra que se puede usar a nuestra conveniencia, es una metodología y una postura feminista frente a las formas de opresión
Las mujeres LBTIQ+ no solo estamos atravesadas por nuestra orientación sexual o identidad de género. Las mujeres representamos la mayoría de la población empobrecida, que al mismo tiempo es la población racializada y barrializadas. Las mujeres somos las víctimas principales de la trata de personas. Las mujeres sostenemos emocional y físicamente los cuidados de la casa, de la familia, de las amistades, y también de los movimientos sociales y políticos.
Despatriarcalizar y descolonizar el mvimiento LGBTIQ+
El análisis interseccional no busca que los hombres paternalicen e infantilicen a sus compañerxs del movimiento, sino que da paso a entender las barreras diferenciadas que enfrentamos y desde allí fijar una postura política antimachista, antiracista y con perspectiva de clase.
¿Por qué las mujeres queer tienen menos participación en los espacios de activismo LGBTIQ+?
La ausencia e invisibilización de mujeres en espacios LGBTIQ+ se puede deber a muchos factores relacionados al machismo estructural en la sociedad y la misoginia dentro del movimiento. El agotamiento físico y mental debido a todo lo que debemos enfrentar es aún mayor para nosotras:
- La violencia digital, física, emocional y la hipersexualización afecta de forma aún más significativa a las mujeres LBTIQ+. En Uquira, por ejemplo, durante la marcha del orgullo del 2023, denunciamos el acoso sexual que vivimos en ese espacio, no fue ni de cerca un tema tomado en cuenta. Esto nos aleja de los espacios de incidencia y desde allí no hemos vuelto a convocar ni marchar en Caracas.
- Los financiamientos, en su mayoría, van dirigido a organizaciones lideradas por hombres cis, lo que obliga a las activistas a dedicar menos tiempo a los espacios de voluntariado.
- Los hombres cis de la comunidad no están interesados en los espacios creados por mujeres. Al igual que los hombres heterosexuales, muchos hombres cis de la comunidad, no apoyan iniciativas de mujeres. No asisten a actividades donde pueden conocer más sobre la realidad de las mujeres queer.
- Las mujeres queer casi nunca somos invitadas a espacios importantes donde nuestra voz llegue a muchas personas. Los medios, los paneles, las entrevistas, los artículos de prensa, etc., están llenos de opiniones de hombres de la comunidad, sin embargo, la participación de mujeres es mínima.
- Las mujeres dedicamos más tiempo a las labores del hogar y de cuidados. Es un tema muy poco dialogado en el movimiento, pero que influye significativamente en el tiempo y energía que las mujeres podemos dedicar al activismo LGBTIQ+
- Constante lucha por ser escuchadas: A diferencia de nuestros compañeros hombres, ser escuchadas y reconocidas es más complejo debido al machismo estructural. Esta situación puede ser agotadora para muchas
Más allá de esta corta lista, es urgente que podamos escuchar y validar los procesos y vivencias que enfrenan los distintos grupos del movimiento.
El trabajo de las mujeres LBTIQ+ en la lucha por los DDHH importa
Las mujeres políticas de partidos son las más visibles, y es importante reconocer sus esfuerzos. Sin embargo, no solo personas de partidos políticos son parte del movimiento LGBTIQ+. Mujeres artistas, investigadoras, poetas, tejedoras, músicas, bailarinas, psicólogas etc. Todas ellas trabajan e impulsan iniciativas en pro de los derechos LGBTIQ+, y merecen más espacios y reconocimiento a todo lo que hacen.
Este post aunque se centra en las mujeres queer, es importante saber que existen otras voces invisibilizadas como la de hombres trans y personas intersexuales.




